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Arandando.  Parque de Los Barriles  2006. 
Sala de exposiciones municipal, Aranda de Duero, 2008.​

Cuaderno de notas.

Primavera 2006. Salí del cine, era tarde y estaba sola. Disimulé como pude mis ojos llorosos, por el desenlace final de la historia que acababa de ver, y te llamé por teléfono. Apagado… Quería hablar contigo con la urgencia que me asalta en determinados momentos. Ya sabes cómo soy… Algo me había removido por dentro viendo la película, y la inquietud y torrentes de recuerdos me iban conquistando por segundos, ahogándome con presteza y celeridad, y llevándome a ti decididamente…Recordé aquellos momentos de nuestras amistosas conversaciones de sobremesa, sobre todo lo que iba aconteciendo en nuestras vidas, y de qué forma me embriagaba escuchar tu voz y tu forma de contarme las cosas…La vida es un viaje- pensabas en alto - repleto de caminos que recorrer, lugares a los que llegar… elegimos, a veces inconscientemente, el recorrido que deseamos hacer,  unas veces con atajos que lo acortan, otras llenos de curvas imposibles o pendientes costosas y elevadas, que lo dificultan, senderos embarrados en los que hundirnos … las menos todo llano, limpio y en calma, ¡bienvenida sea la inercia!.

Hacíamos ese ejercicio que tanto nos gustaba de imaginar con formas y metáforas cómo nos veíamos viviendo desde fuera, como espectadores de nuestra propia vida, de nuestro estar aquí y poder contarlo…Yo me visualizaba recorriendo un camino, muchas veces como el que mi dedo realizaba entretenido con cualquiera de mis rizos, con cualquiera de las espirales que llenan mi cabeza, recorriéndolo juguetón, enredándose y desenredándose…Decididamente yo imaginaba mi camino en espiral, andando resuelta y enredándome en busca de su centro, donde se encuentran todas esas cosas, que tú sabes de qué manera han estado muy presentes en mí y cómo han determinado mi vida, mi ser y estar… Y, sabes? siguen ahí, siempre latentes. Es curioso con qué empeño instintivamente y sin querer, vuelvo a ellas insistentemente, para luego volver a dejarlas ahí una y otra vez, escondidas en lo más recóndito de su centro, para yo continuar  desenredándome y desandando el camino de vuelta hacia afuera, hacia el exterior, hacia el mundo…Esa especie de viaje mental dirigido al interior de uno mismo, a tu mundo, a solas… Ese camino por el que a menudo es difícil caminar, ya que hay que aprender a saber estar a la altura de todo lo que puedes ir encontrándote y descubriendo… A veces casi es  mejor no comenzarlo, no arriesgarse. Quería preguntarte  si habías leído el libro de viajes “Judíos, moros y cristianos” de Cela. Tenía que contarte algo al respecto… Lo dejaré para otro momento.

 Ahora que me fijo en el titulo, soy más consciente de que lo forman 3 palabras… Y si lo pienso un poco, que en muchas ocasiones, como la de ahora, no puedo evitar hacerlo, el número 3 está lleno de referencias a mi misma: nací el mes número 3; si lo multiplico por 5, el resultado es mi día de nacimiento; mi nombre tiene 3 íes …Viví mi infancia en el piso 3, un  tercero sin ascensor, al que llamaban segundo porque se habían olvidado del piso bajo; y viví en un pueblo que en su nombre contiene 3 veces la letra b: bueno, bonito y barato, lo calificábamos;  tengo 3 hermanos; 3 de BUP fue un curso inolvidable, irrepetible…; mis hijas y yo sumamos  3; tengo una cicatriz de 3 puntos en la frente…He vivido en 3 lugares diferentes …En fin, no me había parado a enumerar todas estas cuestiones y supongo que muchas más si me pongo a ello, ni nunca me había preguntado ni he pensado en tener un número preferido. Pero si lo hago ahora y por primera vez en mi vida, así de repente y después de todo lo dicho, creo, sin duda alguna, que el número 3 puede ser el mejor candidato.

 Ya en la calle, empiezo a andar…Andando  parece aliviarse  la ansiedad que a veces me asalta sin tregua…… Caminar sin rumbo y destino aparente, como tantas y tantas otras veces… Siempre se llega a algún lugar, la vida siempre te lleva hacia algún lugar…Si te dejas llevar o aunque no lo hagas, siempre te diriges hacia algo; a veces buscando, sin saber muy bien qué, en ocasiones  de forma totalmente inconsciente, otras veces por el mero hecho y la costumbre de hacerlo o porque sí simplemente, y en ocasiones el encuentro con algo, con lo que sea,  se produce por sorpresa.

 Ahí me hallo y tú no estás. Sin poder evitarlo se pasean frente a mi,  montones de imágenes vividas mezcladas con todo lo que voy imaginando a mi paso. Algo se debate en mi interior. No me paro, no puedo hacerlo en este momento, aunque no sepa muy bien hacia dónde me encamino… Veo larga la calle, rebosante, repleta…Pero sólo percibo dos líneas paralelas que se encuentran a lo lejos  fundiéndose finalmente en un punto, ese punto donde comienza todo lo demás... Pienso que me gustaría que me pasara contigo, que alguna vez nos encontráramos en ese punto y no tener que estar siempre echándote de menos…Pienso en  estas 2 líneas que veo formando un triángulo cuyos lados se ondulan y arquean caprichosamente, creando un camino que me hace perder la noción de donde me hallo; me encuentro con curvas que no puedo describir, todo se hace cuesta arriba y siento que me falta el aire de tanto esfuerzo, tanto como estar vivo y no conseguir llegar, porque todo  parece confabularse para hacer más costoso este andar …

 Más allá de donde alcanza mi mirada todo se esfuma, desaparece, sólo queda el reflejo de lo que yo creí ver…No se puede evitar percibir todo desde nosotros mismos, no puede ni debe ser de otro modo, puesto que objetivo es un objeto y nosotros somos sujetos y subjetivos, irremediablemente.

 Dejo de divagar y vuelvo de regreso, como siempre, a mis cosas, a la realidad…Consciente de que todo lo acontecido, a pesar de todos los pesares, siempre merece  la pena…Siempre pasan cosas, siempre ocurre algo, algo que muchas veces y sin darnos cuenta,  puede llegar a resultarnos importante.

 Me siento cansada y necesito dormir, ha sido un día realmente intenso, y ya no siento con urgencia tener que hablar contigo.

 Al cabo de algún tiempo volviendo de Barcelona en tren, recibí una llamada. Estaba adormilada pero la noticia me espabiló de inmediato: mi proyecto Arandando inspirado en el libro de Cela, había ganado el Concurso de Escultura al Aire Libre de Aranda de Duero.

 El proyecto consta de 3 piezas de acero corten, sugeridas por el título del libro, que también utiliza 3 palabras. El libro relata un viaje, que como todo viaje, comprende un recorrido físico, un camino; camino que represento con dos líneas paralelas, que lo delimitan a ambos lados, ondulándose y arqueándose hasta que se encuentran en la lejanía, formando un triángulo.

Y un recorrido mental: que simbolizo con la espiral que corona el triángulo, y que alude a las experiencias, vivencias y recuerdos que cualquier viaje que hacemos, incluida la vida, nos aporta.

 Recordé que al final no te había llamado para preguntarte si habías leído el libro, y contarte todo lo que había ideado en torno a esto.

 

                                      

 

 

 

 

 

 

 

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